
En Nicaragua, la segunda nación más pobre del hemisferio después de Haití, hay 210 ultraricos que poseen fortunas estimadas en $30 billones mientras 40% de la población sobrevive con menos de $2 al día, denuncia el diario La Prensa de Managua.
El diario divulgó un informe del Instituto Oxfam, que se dedica a la lucha mundial contra la pobreza, que advierte como “escandalosa la desigualdad social en Nicaragua” donde la cúpula empresarial multimillonaria es aliada del régimen de Daniel Ortega a cuya familia se le identifica ya como de la nueva clase de ricos del país.
Añade el reportaje de la periodista Wendy Alvarez Hidalgo:”Tal es la desigualdad en Nicaragua que, según Oxfam, los treinta mil millones de dólares en manos de estos 210 ultrarricos representa 76 veces lo que se destina para el gasto público en educación, la proporción más elevada a nivel de América Latina y el Caribe. En Honduras, la segunda nación con más ricos en el istmo, la fortuna de sus multimillonarios es equivalente a 27 veces la inversión pública en educación. En tanto, si la fortuna de los multimillonarios nicaragüenses se destinara al gasto en salud, este crecería 59 veces, muy por encima de la media en Latinoamérica y el Caribe. Según cálculos del organismo, la riqueza de los 14,805 multimillonarios de la región es ocho veces lo que se destina en salud. “La brecha entre los más ricos y los que menos tienen es escandalosa”, alerta el organismo en su estudio regional.
Simon Ticehurst, director regional de Oxfam en América Latina y el Caribe, afirma en el prólogo de la investigación: “En Oxfam creemos que solo democracias secuestradas pueden permitir los niveles de desigualdad que exhibe nuestra región. Élites políticas y económicas que influyen en el manejo de las políticas de los Estados, instalando políticas que no benefician a la mayoría pero que son efectivas para maximizar los beneficios y ganancias para unos pocos privilegiados, negando los derechos de muchos. Y los medios a todos nos suenan tristemente conocidos: tráfico de influencias, lobby ilegítimo, corrupción en contratos públicos, clientelismo, compra de votos, concentración de medios de comunicación”.