EE.UU. sanciona a Juan Carlos Ortega, otro de los hijos de Ortega, por corrupción con compañía propagandística

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Edgar Fonseca, editor/Foto diario La Prensa, Managua

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó este viernes 17 de julio a Juan Carlos Ortega Murillo, hijo del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo. Además, castigó a José Mojica Mejía, conocido testaferro de la familia presidencial, y las empresas Difuso Comunicaciones, administrada por los hijos de Ortega y Murillo, y Mundo Digital. Ambas compañías son señaladas de “distribuir propaganda del régimen y lavar dinero”, destaca el sitio Confidencial de Managua.

“El presidente Ortega y su círculo íntimo corrupto priorizan su propio poder y riqueza sobre las necesidades del pueblo nicaragüense”, dijo el secretario del Tesoro Steven T. Mnuchin, según una nota de prensa. El funcionario agregó que “Estados Unidos continuará señalando a aquellos que apuntalan el régimen de Ortega y extraen dinero de la economía nicaragüense”.Las nuevas sanciones fueron designadas de conformidad con la Orden Ejecutiva (EO) 13851, sobre el “Bloqueo de la propiedad de ciertas personas que contribuyen a la situación en Nicaragua”, agrega dicho sitio.

Una compañía propagandística del régimen

El Departamento del Tesoro –según Confidencial– señala a Ortega Murillo como administrador de la sancionada Difuso Comunicaciones S.A., una compañía de relaciones públicas y publicidad, a la que se atribuye la mayoría de las campañas publicitarias de radio y televisión para el Gobierno, varias instituciones gubernamentales y el oficialista Frente Sandinista.

De acuerdo a la administración estadounidense, Juan Carlos fue sancionado “por ser responsable o cómplice de haber participado —o intentado—, directa o indirectamente, en una transacción o serie de transacciones que involucran prácticas engañosas o corrupción”.

También lo acusa de “apropiación indebida de activos públicos o la expropiación de activos privados para beneficio personal o con fines políticos, corrupción relacionada con contratos gubernamentales o soborno”.

José Mojica, un testaferro de la familia Ortega Murillo

El Departamento del Tesoro sostiene que José Jorge Mojica Mejía es uno de los hombres “más confiables” de la familia Ortega Murillo, que “actúa como representante personal de Ortega, creando compañías fantasmas para lavar dinero y ocultar su propiedad y ganancias ilícitas”, consigna Confidencial.

A fines de 2019, según Confidencial, Mojica fue señalado de crear un “plan de lavado de dinero” para extraer ganancias de las empresas que dirige en nombre del también sancionado Rafael Ortega Murillo, recordó el Departamento del Tesoro.

“El plan de Mojica involucraba el uso de efectivo de cheques corporativos pagaderos al Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI). Los cheques fueron cobrados y el dinero fue almacenado en el complejo MTI para uso personal del régimen. Mojica también ha trabajado en representación del Distribuidor Nicaragüense de Petróleo S.A. (DNP), una cadena de estaciones de servicio controladas por la familia Ortega que es uno de los principales activos de la familia”, describe el Departamento del Tesoro, tras citar también que DNP fue incluida en la lista de sancionados en diciembre de 2019.

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Hijos de Ortega vivían como jeques en San José

Entre 2007 y 2009 –según el diario La Prensa– Maurice y Laureano Ortega Murillo (también sancionado), hijos del siempre presidente Daniel Ortega, estudiaron en Costa Rica. La carrera que eligieron fue Cine y Televisión de la Universidad Veritas, una de las más caras de ese país y la morada donde durmieron era una suerte de palacete anclado en la montaña con vista al valle urbano, una de las mansiones de Roberto Rivas Reyes. Ver PuroPeriodismo.com

La casa, de aproximadamente tres millones de dólares, quedaba en el exclusivo Eco Residencial Villa Real de Santa Ana, Escazú, a 18.6 km de la universidad privada ubicaba en Santa Marta. Pero la distancia no era problema para que los jóvenes llegaran temprano a clases, porque iban a veces en un Porsche 911 Carrera capaz de llegar a 290 kilómetros por hora, narra el diario.

La mansión era de Roberto Rivas y el vehículo de la embajada nicaragüense en San José, comprado sin impuestos y dotado de placas diplomáticas gracias al embajador Harold Rivas, hermano del magistrado. Es decir, aunque Laureano y Maurice no tuvieran nada que ver con la legación diplomática, usaban un automóvil de lujo a placer y dormían al mejor estilo de jeques árabes. O, mejor dicho, al estilo Roberto Rivas, agrega La Prensa.

1 COMENTARIO

  1. Tocándoles la bolsa podrían reflexionar de lo mucho que le han robado a Nicaragua.

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