Exvicepresidente Kevin Casas ve máxima incertidumbre electoral/Ni PLN la tiene segura en febrero

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Fotografia: Alexander OTAROLA 29/01/10. San Jose, Cartago. Recorrido de la candidata presidencial por el partido Liberacion Nacional, Laura Chinchilla. Elecciones 2010, Campaña, Partidos políticos, Banderas

Edgar Fonseca, editor

Pese a que PLN puntea en las más recientes encuestas con miras a las elecciones del domingo 6 de febrero, ni este ni ningún otro partido tiene nada asegurado, advirtió el exvicepresidente Kevin Casas quien calificó de “incertidumbre total” lo que se vive a cinco meses de los comicios.

“La incertidumbre electoral es total. Es imposible predecir quién va a ganar o va a pasar a la segunda ronda”, afirmó Casas, exvicepresidente durante la segunda administración Arias (2006-2010), quien se desempeña como Secretario General del Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), basado en Estocolmo, Suecia.

Sus manifestaciones las hizo en una amplia entrevista que concedió a este editor desde esa capital ayer jueves 2 de septiembre vía Zoom Facebook Live en que abordó, entre otros temas, el convulso desenlace de la reciente retirada de EE.UU. de Afganistán, los riesgos de potenciales conflictos nucleares regionales y el deterioro de la agenda diplomática global que intenta reconstruir la administración Biden tras Trump.

Atomización y fragmentación partidista

Consultado sobre sus mayores preocupaciones de cara a los próximos comicios presidenciales, Casas no dudó en apuntar a la atomización y fragmentación de candidaturas y partidistas, lo que hace difícil pronosticar qué pasará.

“Quedamos a merced de los acontecimientos”, advirtió.

La más reciente encuesta CIEP-UCR le da al candidato PLN, José María Figueres un 17% de respaldo. Luego, los apoyos descienden a 4% por igual para Lineth Saborío, candidata PUSC y para Fabricio Alvarado, Nueva República.

La encuesta vaticina segunda ronda al no acercarse ninguno de los candidatos al 40% mínimo requerido.

Aunque un 75% de los entrevistados dijo estar listo para ir a votar, 57% se identificó como indeciso.

Casas coincide en que habrá segunda vuelta “sí o sí”.

El posible escenario extremo de Perú

¿Cuáles son los riesgos que usted ve en este entorno?

-Que tengamos en la segunda vuelta como pasó en Perú, que tengamos que escoger entre opciones extremas, entre opciones extremas, que obtienen en primera vuelta un porcentaje muy bajo pero suficiente en medio de la fragmentación para pasar a segunda vuelta. Ese es el riesgo más grande que yo veo. 

En última instancia lo que estoy diciendo es que uno de los problemas fundamentales que tenemos es la desarticulación total del sistema de partidos, que se ha convertido en un problemón para la gobernabilidad del país. Es muy difícil gobernar un país así. Es muy difícil gobernar un país donde inexorablemente quien quiera que gane la presidencia va a carecer de una mayoría parlamentaria o de nada cercano a una mayoría parlamentaria, mi impresión, y yo no termino de entender porque esto no es así.

Mi impresión es que los partidos políticos en Costa Rica desde hace años debieron de haber empezado a pensar seriamente en la posibilidad de formar coaliciones desde antes de las elecciones, formar coaliciones como fue durante mucho tiempo en Chile; formar pactos electorales antes de la primera vuelta, porque es la única posibilidad de hacer manejable la atomización del sistema de partidos que estamos enfrentando, de otra manera lo que vamos a seguir teniendo son presidentes o presidentas, cada vez más débiles y con cada vez menor posibilidad de hacer las reformas que urge hacer.

La reforma más importante que necesita Costa Rica es una reforma política, hay que repensar la arquitectura fundamental del sistema político, del sistema electoral y mientras no le metamos el bisturí a eso, no hay ninguna posibilidad de hacer todas las otras reformas que hay que hacer.

El problema de Costa Rica es un problema de procedimiento, no es un problema de sustancia, la tubería del sistema político está atascada y cada vez está más atascada, mientras no entendamos eso va ser muy difícil, realmente veo con mucha preocupación lo que se le viene encima a Costa Rica.

Veo que esta elección que viene puede ser un momento decisivo en el proceso de deterioro político que desde hace rato vive Costa Rica.

¿Ve posible entonces una tercera administración PAC?

-Cualquier cosa puede pasar, en este momento. No hay forma de saber quien va estar en la segunda vuelta. Las posibilidades del PAC de reelegirse no son iguales a cero, son bajas, pero no son iguales a cero y en un escenario en lo que necesitas para pasar a segunda vuelta es un 15%, eso está al alcance de muchos.  

¿Y para Liberación, que viene de dos fracasos consecutivos?

-No te puedo decir. No sé. No sé. Es un escenario muy complicado para todo el mundo y sobre todo para el que intente predecir lo que va pasar.

¿Para Liberación cuál va ser el mayor desafío para cruzar lo que no pudo la vez anterior? 

-Empieza Liberación esta campaña con un porcentaje más bajo que el que tenía cuando empezó la campaña anterior, pero todos los partidos andan igual.

Lo que vi de esta encuesta es que el 50 y tanto por ciento de la gente dice estar indecisa, entonces cuando tienes un escenario así y tienes una fragmentación que se manifiesta en los 28 candidatos presidenciales, cualquier cosa puede pasar.

Además, estamos en un escenario desde hace años que la gente decide muy tarde su voto, en algunos casos lo decide en las últimas horas antes de la elección, entonces es muy difícil saber lo que va pasar.

Lo que casi que te puedo asegurar es que la fragmentación de la representación parlamentaria va aumentar y eso va hacer peor los problemas de gobernabilidad que tenemos.

¿A qué te refieres con punto de inflexión? 

-Depende de lo que pase, si terminamos en una segunda vuelta en que tenemos que escoger entre opciones extremas, si el próximo presidente o presidenta llega al poder en una situación de aun mayor debilidad, porque lo que pasa es que la incapacidad, y esto es un problema a nivel global, es una de las grandes historias que están sucediendo en este momentos con la democracia en el mundo pero es muy visible en Costa Rica en este momento y es la incapacidad de las instituciones para responder a las demandas ciudadanas, para resolver problemas reales a gente concreta. Eso termina debilitando aun mas a las instituciones democráticas.

Estamos en un circulo vicioso en un espiral descendente. Cuanto mayores sean nuestros problemas de gobernabilidad, mayores van a tender a ser, porque más difícil va ser para las instituciones democráticas hacer las reformas que hay que hacer.

La tarea más importante que tenemos entre manos, de la que nadie habla, es hacer una reforma política, eso es instrumental para hacer todas las otras reformas que necesitamos, mientras eso no se haga, va a ser muy difícil y seguiremos en este proceso de espiral descendente en el que venimos montados desde hace años. 

Desafío para el votante costarricense al momento de decidir

-Creo que no sucumbir a los cantos de sirena del populismo, del populismo de izquierda y del populismo de derecha.

El país necesita prestar atención muy fina a quien ofrece mensajes y propuestas responsables.

Los problemas del país son extraordinariamente complicados y uno de los síntomas inconfundibles de todas las opciones populistas es ofrecer soluciones simples a problemas complicados.

Levanten la ceja cada vez que un candidato ofrezca soluciones simples a los problemas extraordinariamente complicados que tiene el país, ese es un síntoma de irresponsabilidad y populismo que yo creo que le haría un flaquísimo favor al país, aceleraría el proceso de deterioro político, por eso pienso que lo más importante es mantener el oído aguzado para poder separar la paja del trigo, poder separar quien tiene propuestas a veces menos atractivas pero más responsables.

Creo que ese es el desafío, porque va haber gente haciendo, proponiendo soluciones fáciles a problemas complicados en una situación en la que el país tiene muy poco margen realmente para hacer reformas, entonces desconfiemos de las soluciones simples.