Edgar Fonseca, editor/Foto Facebook Puntarenas Positivo
El puerto de Puntarenas y sus vecindarios se volvieron un mar de locura ayer domingo tras el retorno de su equipo a la Primera División del fútbol nacional.
Calles repletas de gente, de turistas de todas las procedencias, vivieron una tarde espectacular al seguir, en grandes pantallas, el decisivo juego del club naranja ante Carmelita que acabó con un contundente, 0-3, y el sello del boleto a la primera.
Entrada la noche, la caravana con el equipo porteño de regreso era esperada en las calles colmadas de aficionados en una ansiada jornada del retorno al fútbol mayor.
Una marea incontenible
Con el Rafael Bolaños disfrazado de “Lito” Pérez (teñido de naranja y ambiente de comparza porteña), Puntarenas arrasó en Apertura y Clausura y regresa a la máxima categoría con todos los honores, narra el periodista Eduardo Baldares, director de Columbia Deportiva.
La marea naranja abrió la cuenta al 18′ por medio de Rodrigo Garita, quien venció a Patrick Pemberton desde el manchón blanco tras una discutida marcación de penalty por parte de los carmelos, agrega dicho cronista.
La realidad –añadió– es que Steven Williams acarreó la bola dentro del área y al tratar de hacerse un autopase el balón sí pareció haberle dado en el brazo al zaguero Rafael Núñez. El escenario explotó cual “Olla Mágica”. El marcador global se ponía 0-2, tras la victoria chuchequera en la ida, por la mínima.
Carmelita quedaba obligada a darle vuelta al marcador para sobrevivir. Entonces no sorprendió que fuese el equipo más incisivo desde entonces, pero se estrelló contra una solvente muralla anaranjada que, cuando fue desbordada, tuvo en el arquero Guido Jiménez a un último bastión, salvador y determinante, relata Baldares.